Días de pascua





Por esta época de recordar y conmemorar el "PASO" de Jesús por el mundo, nosotros los Cristianos podemos reavivar el fuego de nuestro corazón, claro esta, que si no participamos de los misterios pascuales ¿Cómo podemos renovar esa antorcha desgastada por el tiempo? pues bien, encender de nuevo esa la luz, es como hacerle mantenimiento al alma, que es como un vidrio o un cristal, con el tiempo se ensucia de polvo, se llena de telarañas por los lados, y esto impide ver con transparencia lo que hay del otro lado, en pocas palabras, debemos estar dispuestos a una limpieza espiritual total; donde realmente sea posible tal transparencia en nuestros actos que se pueda vislumbrar a Cristo en nuestras vidas. 


¿De que sirve entonces ver una estatua de Jesús resucitado, si no sentimos el gozo y la alegría de la resurrección? , ¿para que sirve levantar la luz en la vigilia pascual, si en nuestra vida diaria no somos luz para otros? ¿ de que sirve decir creo en Dios si andamos peleando con los demás?
Solo encendemos una vela de momento... 

El evangelio de San Lucas en el capitulo 24, 36  menciona que Jesús resucitado se presenta en medio de los apóstoles y les dijo: "La paz este con ustedes". ¿Realmente si vivimos la paz de Cristo? ¿Si estamos en paz con los demás?. 
Hoy en día vivimos de apariencias, nos cuesta mucho reconciliarnos con el hermano. La PAZ es un regalo, un don que Dios nos dio a través de su hijo Jesús y nosotros no lo acogemos como debe ser por que no es un regalo que viene envuelto en papel brillante, una bolsa de color, un moño gigante y una tarjeta de felicitación.  Angustiados por las preocupaciones de cada día y las tristezas de los malos tiempos, pasamos por alto esas palabras de Jesús "la paz les dejo, mi paz les doy" Juan 14, 27. Y no vivimos realmente la alegría y la paz de ese Jesús resucitado. 

Algo que aprendí de mi director espiritual, es pedirle a Dios constantemente la paz, ya que en el mundo, en la vida cotidiana la podemos perder muy fácilmente; en las eucaristías él siempre dice "que nada, ni nadie te quite la paz", yo acogí esas palabras muy propias y las pronuncio cada mañana "que hoy nada, ni nadie me quite la paz que Cristo ya me ha dado". 

Ese paso de Jesús, para nosotros debe ser trascendental, transformador total de nuestras miserias, en grandes bendiciones. Pero esta gracia solo esta puesta para quienes han preparado su corazón, para quienes han pecado y reconocen sus fallas ante Dios, para niños, jóvenes  adultos, ancianos, es decir, ¡¡¡para todos!!!, pero lastimosamente no todos están interesados en recibirla.

Esta gracia nos es dada por Jesús a la hora de su resurrección y nos da el titulo de vencedores! 
¿vencedores? claro que ¡¡¡SI!!!, si morimos al pecado con Cristo podemos también triunfar como Él ante las seducciones del pecado. Ya el mal no nos puede dominar, ya las cadenas que ataban nuestras vidas desaparecieron. Nada nos puede dañar si estamos con Cristo, si creemos en él y hacemos su voluntad con amor y gratitud.

Ya es una decisión personal y cada uno toma un camino, tu eres el que voluntariamente decide, 
¿quieres seguir siendo esclavo del pecado o quieres resucitar y tener una vida nueva en Cristo? 

¡FELICES PASCUAS! 

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