El tiempo de Dios es perfecto

¿Cuantas veces hacemos hasta lo imposible por cumplir a toda prisa con miles de compromisos al día?

por esta razón casi siempre estamos corriendo de un lado para otro y con un máximo nivel de estrés en nuestras vidas, y sabemos que en cualquier momento podemos tropezar, no aguantar más y hasta nos acercamos a un colapso nervioso.

En este caminar lleno de oportunidades y nuevas experiencias he aprendido que lo mejor que podemos hacer para vivir tranquilamente y no dejarse robar la paz por los quehaceres cotidianos, es someterse a la voluntad de Dios. Él es el único que conoce perfectamente el desenlace de las cosas, sabe que nos conviene y que no, si solo permitiéramos que él fuera el timón de nuestra vida, nos ahorraríamos bastantes molestias.

Cuando nos preocupamos demasiado por cubrir todas las cosas, es un serio indicio de que estamos desconfiando del poder y la grandeza de Dios, desconfiamos de que lo que él hará quedará bien hecho. Debemos tener muy presente que él todo lo hace bien, en su tiempo. Este es otro punto, tenemos la tendencia de caer en el error de querer todo inmediatamente, y nuestra noción del tiempo NO es la misma que tiene Dios.

Yo decidí arriesgarme y dejárselo todo en sus manos... Desde hace un tiempo he confirmado que las maravillosas obras de Dios se manifiestan con todo su amor, cuando un alma humilde se somete a su voluntad. Por eso hoy digo que el tiempo que maneja es ¡perfecto!. Si en estos momentos estas pasando una situación que no es muy buena, espera... y verás que Él utiliza esas cosas para hacer su obra, que es perfecta. Recuerda siempre "que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman". Rom 8,28.

No vuelvo atrás, confiar en Dios es la mejor decisión que he tomado en mi vida... Pero confiar también significa pasar por muchas pruebas, pero estas son las que fortalecen y hecha fuera el miedo y la incertidumbre de las preocupaciones. 

Solo ten fe, confía y déjate guiar por la perfecta voluntad de Dios.