El reencuentro

Hace exactamente diez años, hice un escrito sobre la vivencia del año de la fe, que bonito es leerlo años después y ver las primeras bases formativas en mi vida cristiana, y como todo proceso en la vida, primero nacemos, gateamos, caminamos y después corremos, bueno así mismo es en el caminar con Dios, en el camino de fe nunca estamos en el culmen del entendimiento porque siempre, siempre hay algo nuevo que aprender. 

y en estos diez años pasaron cosas...

Dios me ha ido moldeando de acuerdo a la capacidad de mi entendimiento y me ha llevado de la teoría a la practica de una manera muy sutil y con un amor increíblemente paciente. Espero ser lo mas concreta posible, pero la verdad es que hay mucha historia para contar.



Hace unos años atrás me enamoré, ese amor humano y visceral, que te pone a sonreír como tonto y a sentir cosas que nunca había sentido, si, una experiencia hermosa, pero... la persona por la cual sentí mil cosas hermosas no era la persona indicada para mi, y no era una mala persona, sino porque con el tiempo entendí que no era quien Dios habia diseñado para mi.

Cuando los sentimientos y emociones invaden el ser entero, pensar en la castidad es un reto  muy grande, mas grande que las capacidades propias, en esa época yo tenía la teoría en mi cabeza, pero me faltaba la practica. En ese entonces mi concepto de la castidad se limitaba a no tener relaciones sexuales antes del matrimonio, y pues eso es lo que muchos dentro de la iglesia piensan aún, y ni hablar de los que están fuera de la iglesia, nos ven como retrógrados, reprimidos, "asolapados", en fin, hay mil calificativos allá afuera para quienes vamos contra corriente. Pero entiendo que tengan ese concepto, porque quienes intentamos interiorizarlo no habíamos sabido explicarlo y mucho menos vivirlo.

Me gusta explicar algunos conceptos que he ido entendiendo, en medio de lo que voy diciendo, por que quizás alguien que me lea no esta familiarizado con las ideas que aquí escribo, y la intención es hacerlo lo mas entendible posible. Empecemos por el concepto de leyes, mandamientos o normas de Dios; he ido entendiendo que no son para imponer comportamientos, reprimir y castrar la libertad como si fuéramos esclavos, mas bien es un manual para vivir en la libertad plena, concepto que aun es difícil de explicar y entender. En concreto, las leyes de Dios existen para encausar la conducta, no para cohibirla.   

Por ende, la castidad no se impone por el hecho de que sea pecado tener relaciones sexuales, la castidad nace del deseo de vivir la sexualidad a plenitud como un don maravilloso de dos seres que se aman; y a partir de ese único concepto, estoy segura que mas de uno llegó a decir esto que yo pensaba al estar enamorada, "si yo amo a esta persona, ¿por que no me puedo entregar en alma y cuerpo aún?" 

Aquí viene una gran coyuntura pero es hermoso cuando se resuelve. Debemos detenernos a observar y evaluar el concepto de amor, amor verdadero. Ese  mismo tan subjetivo, diverso y efímero en nuestro tiempo.

No sé para ti que me lees, cual sea el concepto de amor que tengas hoy, pero si te invito a replantearlo a medida que vas teniendo mas años de experiencia en la labor de vivir. En la actualidad estoy totalmente convencida de una cosa, y es que el amor va mucho mas allá de una emoción, amor es un verbo que implica una acción profunda, una decision.

La emoción primera del amor es el enamoramiento, concepto el cual quise buscar en un diccionario para intentar explicar lo que mis ideas pretenden; y encontré lo siguiente: "Se llama enamoramiento al estado emocional alegre o eufórico que resulta de la atracción, tanto sexual como afectiva, que descubre una persona hacia otra. Esta atracción genera una sensación de bienestar y alegría, la cual es producto de un proceso bioquímico que se realiza dentro del cerebro". En esta cita me pareció importante resaltar la palabra estado y sensación, para dejar claro de que ambas hacen referencia a algo temporal o pasajero. Y lo anterior mis queridos amigos es la punta del iceberg.

Ahora bien, no podemos negar que la condición emocional de estar enamorado es lo mas instintivo e irracional que existe, entonces es lógico que nos embista y nos lleve por delante un impulso de entregarlo todo, para eso fuimos creados ¿no?

Volviendo a mi historia personal, me enamoré de alguien que me ofreció amistad, cercanía, confianza, empatía, seguridad y compañía, compañía a mis soledades, si, leíste bien, SOLEDADES, algo que estoy segura que tu también has experimentado en algún momento. Hoy como psicóloga sé que los vínculos afectivos en su gran mayoría se dan para llenar vacíos y no para complementar vidas, como debería ser. Pues eso también me pasó a mi, en un momento difícil en mi historia de vida llegó esta persona a calmar mis heridas, mis vacíos y soledades, quizás también mis incertidumbres y miedos.


Así mismo, quise buscar el concepto de amor, y no se imaginan la definición que construí a partir de allí: "El amor es el vínculo de afecto hacia una persona que nace de la valoración del otro, e inspira el deseo de compartir una vida en común procurando bienestar y union desde la reciprocidad".

Si nos detenemos en mi experiencia de enamoramiento podemos ver que allí habia una gran inclinación hacia lo que la otra persona me daba, lo que me ofrecía, la sensación de bienestar y alegría que me generaba era a partir de un deseo quizás egoísta que parte de sentirme bien yo, de no sentirme sola, de sentirme acompañada. Hace poco escuche una frase muy adecuada para este momento, y quedo debiendo el autor, "no me enamore de ti, sino de mi cuando estaba contigo".

No quiero decir con lo anterior, que enamorarse esta mal, ni condeno ese sentimiento de bienestar, espero no lo mal interpreten, por su puesto que no esta mal, el enamoramiento es el inicio del camino, pero si nos quedamos allí mucho tiempo nos desviamos de la meta real. 

Amar entonces implica un verdadero vinculo desde la valoración del otro según la definición que puse arriba, eso me lleva a reflexionar que para profundizar en el valor y la identidad del otro, primero debo conocerlo, ese conocimiento es sumamente impórtate porque allí se encuentra la aceptación y comprensión de las virtudes y defectos, y en mi experiencia de enamoramiento créanme, solamente vi las virtudes; y se me ocurren dos explicaciones para esto, la primera: en el plan "conquista" es lógico que no queremos perder a esa persona e inconscientemente experimentamos el miedo a ser vulnerados, rechazados e incomprendidos así que mostramos nuestro lado mas bonito; y la segunda es que quizás nuestro cerebro se vuelve un poco adicto a las sensaciones que experimenta, y no le da la suficiente importancia a interesarse por conocer mas racionalmente a esa persona. Y así es que llego a la conclusion, si no conozco a esa persona pues no puedo amarla, porque no puedo verla tal cual es en su totalidad de virtudes y defectos.

Entonces, después de reflexionar en todo esto pude entender que en la etapa de enamoramiento no es conveniente tener relaciones sexuales, no porque sea malo o porque sea pecado, sino porque no es el momento adecuado, no estamos preparados psico-emocionalmente para esa sobrecarga de neurotransmisores que se liberan en el acto sexual, si,  hay una cantidad de sustancias que se liberan en nuestro cerebro para generar ese placer y muy fácilmente nos podemos volver adictos a esas sensaciones tan hermosas, y muy seguramente nos hará desviar del verdadero sentido de todo esto, el amor. 

Lo que acabo de escribir lo digo con conocimiento de causa, yo nunca perdí la famosa virginidad, pero no vivía en castidad, porque en esta relación caímos en el ya tan conocido sexting, compartiendo fotos, conversaciones subidas de tono, y además también caí en la pornografía. Así que se los aseguro, las experiencias sexuales generan adicción, y es muy difícil salir de ellas, porque primero los niveles de recompensa de placer de nuestro cerebro se elevan cada vez mas, y segundo porque la sociedad dice que es normal ser adictos, "denle al cuerpo lo que pida, sacien sus necesidades", díganle eso mismo a una persona con sobrepeso cuando su cuerpo le pida comida constantemente.

Aquí me dirán ¿y que pasa con eso? es placentero, me genera bienestar y he leído que ayuda a liberar estrés, entonces trae muchos beneficios, ¿por qué me debo privar de algo tan bueno?

Pues mis amigos, como decimos en mi país, "de eso tan bueno no dan tanto". No se alcanzan a imaginar el sentimiento de vacío, soledad y ansiedad que queda después de descargar esa necesidad de placer corporal, por la via que sea descargado. Y esos sentimientos de insatisfacción post placer, se dan porque el ser humano fue creado para algo mas grande, mucho mas grande que solo una necesidad corporal de placer. 

Retomo aquí el concepto de castidad, que existe para encausar esos hermosos estados de placer hacia un amor real y verdadero, lo repito, la castidad nace del deseo de vivir la sexualidad a plenitud como un don maravilloso de dos seres que se aman, porque cuando yo amo a alguien quiero tenerlo cerca y no solo un instante, cuando amo, quiero que sea eterno, de aquí nuestro vinculo con la trascendencia ¿no? Entonces por esto, entendí que un sentimiento momentáneo o pasajero no es amor.

Y podrán seguir diciendo, "si, si, suena muy bonito, pero ¿no es muy fantasioso?"

Claro que si, en un mundo en el que las infidelidades abundan, los abusos físicos y psicológicos en las relaciones están por todas partes, pensar en un amor verdadero puede sonar muy fantasioso. Pero por el hecho de estar en una sociedad afectivamente herida, no implica que yo deba continuar alimentando mis heridas. Yo decidí que quiero luchar por no ser parte del montón que siguen alimentando sus heridas, yo decidí que quiero sanar afectivamente, por amor propio, por mi sed de trascender, por mi deseo profundo de corresponder al amor que me lo ha dado todo, por saciar la necesidad de ir mas allá, por el reencuentro conmigo misma, que me ha llevado a reencontrarme con el creador.

Con esto no pretendo convencer absolutamente a nadie de mis ideas, con esto simplemente quiero contar mi experiencia, quiero inspirar a alguien que quizás en algún momento ha experimentado vacíos y soledades como yo, y que también tenga, sin saberlo, sed de algo mas duradero que un placer pasajero, de un amor verdadero, de algo con propósitos eternos...



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